He aquí, al fin, la edición argentina de este libro. Después de más de una década de la primera edición española presentada en México DF, Madrid y Buenos Aires, por fin la biografía de Alberto Cortez tiene el sello de su país. Y desde su país será distribuida al mundo.

Alberto amaba este libro. Me acompañó en todas las presentaciones, y recuerdo uno de sus mails reenviados, destinado a Víctor “Mono” Flores, en el que le decía textualmente, después de la primera presentación en el DF, “hoy ha sido uno de los días más importantes de mi vida”.

En todos estos años he escrito incansablemente, y de a poco se fueron y se van encaminando otros proyectos. Pero este libro quedaba siempre ahí, con sus siete años de trabajo a cuestas, con todo de mí puesto en él, con todas las satisfacciones con las que me había bendecido, satisfacciones que fueron extensivas a mis seres más queridos que ya no están. Y sobre todo, con el reclamo perpetuo de los Cortezianos que me lo pedían, agotada la primera edición, sin que pudiera darles una respuesta ni siquiera orientativa acerca de cuándo sería “el” día, el día en que pudieran tenerlo en sus manos.

Desde el 4 de abril de 2019, día en que nuestro cantor (como a él le gustaba que lo llamaran) cambió de dimensión, ese sentimiento frustrante se hizo cada vez más potente. Hoy le pongo fin, y sé que su sonrisa incomparable lo celebra desde donde está.

Hace muchos años, cuando fue hospitalizado para una cardioversión, y aunque en esos trances siempre trataba de minimizar los riesgos y no preocupar a su gente, me dijo, como por las dudas, una frase que no olvidé jamás: “siempre estaré allí donde me busques”.